Marta Torné: “Por lo que sé, el final es frenético y vertiginoso”
A punto de salir para siempre de El Internado la actriz analiza lo que ahora le espera en la popular serie.
Defíname con un par de adjetivos cómo es el final de El internado.
Intrigante, porque no sé aún cómo termina: nos han retenido los dos últimos capítulos. Pero, por lo que sé, el final es frenético y vertiginoso.
Quitando Perdidos, no se habían visto nunca tantas medidas de seguridad para evitar las filtraciones…
Es que como siempre nos han comparado con Perdidos, en eso tampoco íbamos a ser menos (ríe). Ya en serio, en otras temporadas ha habido muertes de personajes y han hecho fotos robadas con el móvil.
¿Qué nota le pondría a la serie?
Un 8, sobre todo por el gran nivel de los actores. La mayoría de mis compañeros están superbien. Ion González, por ejemplo, me alucina.
¿La serie tenía más recorrido o era el momento de acabar con ella?
Creo que ya la habían alargado y tocaba concluirla. Si la gente la ha seguido viendo es porque continuaba suscitando interés, a pesar de que se ha liado un poco la trama. Las series de misterio se tienen que resolver a su tiempo. Si no, al final te aburres.
Ahora que sale de El internado, ¿no le gustaría estrenarse en TV-3?
Es que no me llaman nunca: no me quieren en TV-3. Y mira que hablo bien el catalán. Lo digo un poco en broma. Pero es verdad que me encantaría trabajar en mi tierra.
¿Por qué serie le gustaría fichar?
Sin duda, por Cuéntame... Es de las pocas series que sigo porque me hace gracia que sea de la época en que yo era pequeña. ¿Y qué personaje me gustaría hacer? Pues de mujer de Pablo Rivero (Toni), porque es muy amigo mío y sería muy gracioso.
¿Con quién iba en la final del Mundial que jugaron España y Holanda?
Vaya tontería, pues con España. ¿Cómo voy a ir con Holanda…?
Es que había catalanes que querían que ganasen los holandeses…
Ya, pero yo no lo entiendo. Además, si hubiera alguna duda, el 80% del equipo era del Barça, con lo cual…
Pues esto es lo que hay…
Mi madre no se alegró de que ganara España, por ejemplo, y yo lo respeto. Pero no entiendo qué tiene que ver eso con la política. Mi madre es supernacionalista y culé.
Puede ser, entonces, que estuviera muy enojada con lo del Estatut…
Claro que está cabreada. Desde que trabajo en Madrid he cogido más distancia y me he dado cuenta de que hay mucho comecocos aquí y allí. Tanto que critican al nacionalista español. Pues es lo mismo allí.
¿Se ha producido en Catalunya una fractura con esto de la selección?
La fractura existe desde hace muchísimos años. El problema es que no se cura y se va complicando más. Yo me siento catalana, pero también veo que hay mucho chantaje emocional de una época ya pasada: deberíamos mirar hacia delante.
¿Cree que es aún posible el encaje de Catalunya dentro de España?
Ya de por sí la pregunta me molesta. ¿Por qué tiene que encontrar encaje cuando forma parte de España? Yo, desde que vivo en Madrid, estoy disfrutando de muchas cosas que en Barcelona no disfrutaba. He descubierto, por ejemplo, el flamenco.