En la serie no existe la rutina
Yon González, el actor que hace de Iván en El Internado, ha sido entrevistado por Bejopa.
¿Qué le va a pasar a Iván esta temporada?
La trama se centra en el grupo, vamos a tener problemas entre nosotros aunque como siempre la amistad se mantiene, la cosa cada vez se pone más tensa, mi personaje sufre mucho y va a vivir un montón de sensaciones y momentos difíciles. No puedo decir cuáles pero ya los veréis.
Esa vuelta de tuerca en la vida de Iván, te hace tener que mejorar mucho como actor, ¿no?
Sí, la verdad que estos guionistas, que son unas máquinas, me van poniendo retos y me tengo que ir superando. Creo que lo estoy haciendo bastante bien, al público le gusta.
¿Qué final te gustaría para Iván?
Me da un poco igual, lo dejo en los guionistas que para eso son geniales. No me importaría morir, eso sí, en el último capítulo de la serie, porque quiero estar en todos.
¿Cuáles son las dos caras de Iván?
La parte dura, su carácter fuerte por todo lo que ha vivido de pequeño y por sus inseguridades y luego la parte tierna, su gran corazón y es muy fiel a los suyos.
¿Cómo se lleva llevar tanto tiempo en la misma serie?
Pues no hay rutina, creo que nunca hay que caer en ella, es un error porque no te permite evolucionar como actor o como personaje. En esta serie, como los guionistas cada vez nos lo ponen más difícil, no podemos relajarnos. A veces, hay secuencias que son muy parecidas pero en general son todas muy diferentes y te ayudan a superarte.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tengo una pequeña historia de teatro que se representa este fin de semana y el que viene en Madrid. Una vez acabe El Internado, sí que me gustaría poner el pie en el teatro y probar esa sensación de estar cerca del público. En cine, espero hacer tres películas.
¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha dado la serie?
Lo mejor; las tablas que coges al ser un trabajo de todos los días y que te abre muchísimas puertas. Creo que la televisión es una puerta maravillosa que hay que aprovechar, gracias a ella yo he hecho ya dos pelis y espero hacer más. En la parte negativa, está la pérdida de intimidad y también que, al ser un trabajo de todos los días, a veces para resolver acudes a vicios y hay que intentar quitarlos y sorprender siempre con algo diferente.
¿Qué vicios tienes en la interpretación?
Por ejemplo, me toco mucho la cara e intento corregirlo; otras veces, hago mis pausas para concentrarme y vocalizar... Hay que ir puliéndose.
Si no trabajaras en El Internado, ¿en qué serie te gustaría participar?
Me gustaría hacer algo de comedia, por ejemplo, Aída. Sería un reto increíble, es complicado. Me gustaría probar algo diferente.
¿En qué momento te diste cuenta de que querías ser actor?
Trabajando, en SMS, gracias a estar allí me di cuenta de que era eso lo que me gustaba, antes no lo tenía tan claro, estaba un poco perdido pero probándolo me encantó y he descubierto que esto es lo que quiero.
Si no fueras actor, ¿qué serías?
Seguramente habría estudiado para profesor de Educación Física o alguna ingeniería mecánica porque me encantan los coches.
¿Qué coche tienes?
Un BMW, tiene ya 12 años y es viejo, pero es seguro.
Esta temporada, El Internado va a dar más miedo que nunca. ¿Qué le da miedo a Yon González?
Las serpientes, su movimiento sutil... aggg. Y de la serie, la oscuridad, los pasadizos o ir por el bosque a oscuras.
¿Qué época histórica te hubiera gustado vivir?
Me hubiera gustado estar en la época de mis padres, era todo más light, ahora es todo muy agresivo y todo es tan fácil y está tan a mano... antes la ilusión era diferente.
¿Cuál es el último libro que has leído?
Estoy volviendo a leerme El Quijote, poco a poco.