En El Internado no hay intocables, veremos un ejemplo próximamente
La actriz Ana de Armas habla para Antena 3 de su trabajo en El Internado y del cambio que ha supuesto para ella entrar en la serie.
¿Cuándo supiste quién era el traidor? ¿cuál era tu apuesta?
Nuestras apuestas estaban entre Roque, Vicky y Carolina. De hecho, pensaba que era yo, pero no, fue Roque. Lo supimos unos capítulos antes y creo que me parece una elección correcta.
Si Cayetano fue el primer miembro del grupo en morir ¿podías imaginar quién iba a ser el siguiente?
Nunca me podía imaginar quién podía ser el siguiente, Cayetano murió en el capítulo 6 de la primera temporada, hace cuatro años. No lo había pensado.
¿Por quién apostarías?
Por Roque, no se lo que van a escribir los guionistas, pero creo que el personaje de Dani tiene que ser descubierto y, obviamente no lo van sus compañeros. Tiene un gran cargo de conciencia y puede que no le mate nadie sino que se suicide. No se convirtió en traidor porque fuera malo sino porque es un cobarde que nos traiciona para salvar su pellejo, en realidad nos quiere, es nuestro amigo pero tiene ese cargo de conciencia.
¿Pero mucha gente apostó que sería Iván (Yon González) el siguiente en morir?
La gente está fatal, saben que Iván no puede morir (risas). Pero tampoco hay intocables, veremos un ejemplo próximamente.
¿La gente te pregunta por la calle sus dudas sobre la serie?
Sí, claro. Mucha gente me pregunta que si sé lo que va a suceder e incluso una señora me dijo "seguro que lo sabes pero no lo puedes decir" y yo le contesté: "de verdad, no sé qué va a pasar". Los guiones nos los mandan por mail e impresos, pero poco a poco.
¿En qué te ha cambiado la vida tu trabajo en El Internado?
Me ha cambiado entera, desde que me reconozcan por la calle a más ofertas de trabajo.
¿Y tú, has cambiado?
Yo creo que también. Por la serie conoces a gente y vas a sitios donde va esa gente, poco a poco te vas creando un criterio. Antes lo que me podía deslumbrar por mi inexperiencia, ahora no porque tengo un criterio para saber lo que me conviene y lo que no, lo que es apariencia y lo que no, lo que me puede hacer daño y lo que no. En ese aspecto tengo un poco más de control, antes era mucho más inocente. Ahora soy más selectiva en el trabajo, con quien voy... eso me ha hecho cambiar. Han sido cuatro años y si no he aprendido nada en este tiempo ¡mal vamos! (risas).
¿Crees que le queda mucho recorrido a la serie?
Creo que El Internado no debería extenderse mucho, pero me gustaría que hubiera otra temporada más, pero no lo sé. Tengo muchas ganas de ver el final para saber qué pasa. Desde que empezamos hasta donde estamos ahora casi necesitas un mapa.