Intervju-Volela bih da Hulija umre

Tiene un pie fuera de El internado que vuelve tras el verano, y desea despedirse a lo grande: “Me gustaria que mi personaje muriera”. Después, cine.
Su sonrisa ha conquistado a dos millones de espectadores, los mismos que se despidieron de Laguna Negra el miércoles 21. La serie de A3 regresa en septiembre para dar el adiós definitivoy cerrar incognitas. Mientras, sus protagonistas estudian futuros proyectos. Blanca nos dejó entrever algunos de los suyos.

¿Cómo afrontas esta última etapa de El Internado?
Con ganas. Nos queda un mes de grabación y ya no vale estar cansado. Hay que hacerlo y disfrutarlo.

¿Cómo te gustaría que acabara Julia, tu personaje?
Con lo liadas que están las cosas, un final feliz es muy complicado. Me gustaría que Julia muriera.

¿Te llevas un recuerdo especial?
Por goleada, los momentos en el baño con Roque (Daniel Retuerta).

¿Y algo material?
Me gustaría llevarme el colgante de Julia, pero no me van a dejar. Salvo eso, no tengo nada identificativo, así que Elena Furiase y yo nos hemos dado una vuelta por la cocina y hemos fichado varias cosas. (risas)

¿Tienes ta algún proyecto?
Sí, hay cosas de cine y teatro.

Hay rumores qu dicen que serías la próxima chica Almodóvar…
Los rumores, rumores son…

Pero no los desmientes…
(Risas) ¡Buff! Me encantaría, pero no puedo decirte nada aún.

Y de los personajes almodovarianos ¿Cuál es tu favorito?
Me gustaría mucho interpretar a una de sus mujeres locas.

¿Cuál es tu chica Almodóvar favorita?
Adoro a Marisa Paredes.

Viendo cómo se las gasta este director, ¿Estarías dispuesta a hacer lo que feura en pantalla?
Claro, ¿Por qué no? En una película de Almodóvar me desnudaría, me travestiría… Todo se puede hacer, aunque debe tener coherencia.
Dos años de amor con Javier Pereira

El corazón de Blanca tiene dueño desde hace dos años y el afortunado no es otro que el actor Javier Pereira. Juntos se tomarán unas merecidas vacaciones en septiembre : “Vamos a recorrer Sudamérica a la aventura. Hace tiempo que nos apetece hacerlo. ¡Pero no nos sigáis, por favor!”, nos pide blanca.