Lucia(Lola Baldrich)

"Bitches", malas y antipáticas

El desarrollo de una industria televisiva es directamente proporcional a la cantidad de malas repartidas por sus series. Las producciones españolas están llenas de mujeres antipáticas y adustas. Especímenes a las que una no pediría ni la hora, pero que no suelen alcanzar el nivel de excelencia de una buena zorra con pedigrí propia de industrias más sofisticadas. Aquí escasean las auténticas bitches de la estirpe de la Livia de Yo Claudio (Sian Phillips), la Livia Soprano de los ídem (Nancy Marchand), Angela Channing (Falcon Crest), Alexis Carrington (Dinastía), Amanda Woodward (Melrose Place) o las más recientes pero no menos dañinas Sherry Palmer y Nina Meyers de 24.

En la producción española se da más bien la especie femenina agria. Hospital Central es especialmente significativo en ese sentido. Frente a un solo Vilches, hay o ha habido energúmenas para meter en jaulas. Desde Andrea (Rosa Mariscal) a Sofía, Juana Acosta pasando por Ágata (Laura Pamplona) o Isabel(Maru Valdivieso). Sin olvidar a Teresa (Marisol Rolandi), que se ha ido suavizando con las temporadas, pero un auténtico cardo y lo primero que el pobre paciente o familiar se encontraba al llegar al hospital dándole la brusca bienvenida. Aunque la mejor mala de todas (y quizá la única de verdad) ha sido la pérfida Begoña (Mercé Llorens).

El Internado es otra cosa. Por su mismo concepto misterioso (y un tanto alocado), la serie de Antena 3 gasta, como Perdidos, un reparto coral de monstruitos. Si se pusieran todos juntos podrían hacer los coros de Thriller a Michael Jackson. Aunque algunos, como Lucía (la estupenda Lola Baldrich), no lo son tanto. Su personaje, de momento (una de las cuatro niñas huérfanas), resulta ser víctima de los malos de verdad, pero el carácter desabrido que gasta la señora es como para dejarla en una habitación aparte. Mucha cualificación profesional como médico pero mas rarita que las enfermedades que trata. La dulce Gertru de Médico de familia (bueno, tampoco era tan dulce) es en El Internado de cáscara amarga. Víctima de los Géminis o los Capricornio.

Lo curioso es que cuanto más floja es una serie mejores malas tiene. Así, Carmen de la Maza hacía una maravillosa hija de su madre en El pasado es mañana, telenovela de medio pelo que vieron cuatro gatos (con razón) y que sólo merecía la pena por ella. Lo mismo pasaba con Mirtha Ibarra en El secreto de Laura, que desde su silla de ruedas se pasaba el capítulo inventando distintas formas de hacer la vida imposible a todo el reparto. Telenovela y maldad son uña y carne. En una serie de más empaque, y más dinero, el caso más obvio de malicia está en Carmen Orozco (Concha Velasco en Herederos), lamentablemente desaparecida. Pero quedan sus frases. Un clásico ya. Aquí un ejemplo, deshaciéndose del cadáver de Manuela con Bernardo (Ginés García Millán antes de ser Adolfo Suárez). Bernardo: "Al lío. Vete cogiendo una pala. ¿O también voy a tener que cavar yo?". Carmen: "La vamos a quemar". Bernardo: "Eres una hija de puta". Carmen: "Hoy no te voy a decir que no". No es que Concha Velasco no tuviera experiencia anterior como mujer desagradable (su magisterio en Tormento) pero en televisión venía de un buen entrenamiento en maldad. Por supuesto, en Motivos personales, donde Marta Calvó (al menos cuando se descubrió porque casi toda la primera temporada permaneció tapada) era comparable a las más excelsas bitches internacionales. Esas que serían capaces de regalar a su hijo una moto por su último cumpleaños.

Lola Baldrich acude a Password

El próximo lunes y martes, durante el puente de la Inmaculada, la actriz que interpreta a Lucía, la médica de El Internado, acudirá al programa de Cuatro para pasar un buen rato. También irá el copiloto de rally Luis Moya, que ayudará a descubrir las palabras de la otra pareja. La cita, a las 19h15, en Cuatro.

La vida es mucho menos dura si echamos mano al humor

Muchos la recuerdan como Gertru en Médico de familia y otros como cantante de Objetivo Birmania pero pocos saben que hizo los coros para la campaña de Adolfo Suárez. Ahora, triunfa en El Internado.

Desde que los telespectadores reían, lloraban y se entusiasmaban con La Gertru de la exitosa serie de televisión Médico de familia, ha llovido mucho. Y más ha cambiado su vida: es madre de una niña de 10 años y un pequeño de 5 y Lola Baldrich asegura sentirse en un momento "de cambio y de revolución interna". Lo que no ha cambiado en ella es su pasión por la interpretación. Esta estupenda actriz "criada" profesionalmente hablando en el teatro, es capaz de encarnar el personaje más ingenuo pero también el más ambiguo, como el que interpreta ahora en la serie El Internado.

¿En qué momento tuviste claro que querías ser actriz, Lola?
Pues de muy pequeña porque siendo niña le pregunté a mi madre si lo que les pasaba a las señoras que salían por la tele era verdad o no. Ella me contestó que era un trabajo como cualquier otro y eso fue suficiente para que me obcecara en hacerlo y en vivir de ello. Al principio, claro, mis padres se lo tomaron a broma, pero con el tiempo no tuvieron más remedio que aceptar mi decisión. Eso sí, con la condición de que no abandonara los estudios. Les hice caso: me matriculé en Filología y, aunque me quedé en 4º de carrera, algún día la acabaré y cumpliré la promesa que les hice.

Vivías en Toledo con tu familia. ¿Cuándo decides ir a Madrid y qué recuerdas de aquella época?
Fueron años de absoluta felicidad. Me vine con mis hermanas mayores, que ya estaban en la capital. Y yo les decía "llevadme a la movida madrileña". Ellas se reían y respondían: "¿Pero tú te crees que eso es una calle?" Yo era muy jovencita y tenía muchísimas ganas de experimentar y de vivir y esos años eran estupendos porque se respiraba jovialidad, energía y vitalidad por todos los rincones.

¿Y si te menciono el nombre del grupo musical Objetivo Birmania?
¡Uf, qué recuerdos! Estábamos todo el día metidos en un autobús yendo de un lado para otro. ¿Sabes que uno de nuestros primeros trabajos consistía en hacer los coros de la compañía electoral de Adolfo Suárez? Éramos sus teloneros (se ríe). Comenzábamos y como teníamos tanto éxito decíamos que sí a todo lo que nos proponían. No paramos de hacer giras. Además éramos muy perfeccionistas y pasábamos horas y horas ensayando.

Y no se entendió, en pleno éxito, que tú decidieras dejar el grupo...
Claro. Era difícil de entender. Tanto mis compañeros de Objetivo como mi familia decían que estaba loca. Pero yo tenía muy claro que me quería dedicar a la interpretación y, si no dejaba entonces el grupo -que para mí había comenzado como un juego y sin embargo se estaba convirtiendo en algo mucho más serio- quizá más tarde no pudiera hacerlo. Dije adiós y me lancé a la piscina... casi sin agua.

Sin embargo, el destino fue indulgente contigo y surgió un papel...
Así es. Hice unas pruebas para un culebrón importante en Argentina, y me cogieron. Se titulaba El oro y el barro, que se pasó también en España pero con poca audiencia.

¿Cómo y en qué ha cambiado Lola Baldrich desde entonces?
En muchísimas cosas, empezando por las caderas y el trasero (se ríe). Pero reconozco que mantengo una cierta inocencia y, por eso, a veces me siento desengañada. Sí, en ocasiones la vida o la gente es un tremendo engaño, pero hay que aprender a vivir con ello y no hay que perder nunca el sentido del humor. Lo que tampoco he perdido es la ilusión por lo que hago. Al contrario, cada vez tengo más y busco cualquier motivo para emocionarme con mi trabajo.

Pese a la crisis que se vive en todos los sectores, tú no paras de hacer cosas.
Así es, por suerte. Me he dedicado mucho al teatro porque me atrae muchísimo todo lo que tenga que ver con la palabra, con el verso. Esa musicalidad que te da el teatro no se produce en ningún otro sitio y hacerlo bien es un auténtico reto... y un arte. Pero reconozco que necesitaba hacer algo en televisión, por eso estoy encantada de que me ofrecieran participar en una de las series televisivas de más audiencia del momento.

Creo que ese amor por la palabra lo heredaste de tu padre. ¿No es así?
Él, que era un estupendo médico, escribía y estaba siempre en contacto con la literatura. Cuando le dije que deseaba ser actriz opuso cierta resistencia, pero al verme actuar se convirtió en mi más ferviente seguidor. Ya no lo tengo, pero cada vez que me subo a un escenario me acerco un poco a él. Sigue siendo mi talismán.

¿Es cierto que tu hermano -médico como tu padre- te ayuda a hacer más creíble el papel de doctora?
Es cierto, es cierto. Es que no me basta con imaginar cómo se ausculta a alguien o cómo se ponen los electrodos en el pecho, yo quiero hacerlo como si de verdad fuera médico. Mi hermano es anestesista y una de mis hermanas enfermera, así que lo tengo tremendamente fácil con ellos.

¿Qué tal te sientes en la piel de un personaje "malo" como Lucía?
Pues es un lujo, creo que toda actriz desea hacer de mala en alguna ocasión. Lo que ocurre es que más que malvada, Lucía es ambigua. Y lo que sí se irá viendo es que ella también está ligada a la gente de La Laguna Negra, el lugar donde se encuentra el internado. Ten en cuanta que nada en esta serie es gratuito. Todo está justificado y que mi personaje se comporte de forma tan equívoca también. En la próxima temporada ya no seré solo la médico de Héctor, el director. Seré la médico del centro, de todo el internado.

¿Es cierto que vives al lado de un centro para niños internos?
Sí, ¿a que es curioso? Cada día veo a los chicos internos y me da pena porque yo siempre he pensado que hay que vivir en familia, para bien y para mal.

Otro de tus grandes papeles fue el de Gertru, la enfermera de Médico de Familia. ¿Qué te aportó la experiencia?
Sin duda aquella serie marcó un antes y un después en la televisión de nuestro país. Fueron casi cinco años de éxito absoluto y de audiencias altísimas. Yo le debo mucho, aunque es cierto que es un arma de doble filo porque estas cosas te encasillan demasiado. Todavía hay gente que me reconoce por la calle y me llama Gertru.

¿Y cuáles son tus próximos retos profesionales?
Me gustaría hacer un personaje de época y también algo dramático, con mucha carga emocional. Yo versiono novelas para llevarlas al teatro, pero quizá el año que vienen me atreva a hacer un guión teatral propio.

Objetivo Birmania: Los años felices
A finales de los años 80, Lola Baldrich forma parte de Objetivo Birmania, uno de los grupos musicales que más sonaban en las fiestas de muchos jóvenes de la época. Entre sus éxitos se encuentra Los amigos de mis amigas son mis amigos.
Música e interpretación. Lola nos confiesa que no volvería a dedicarse únicamente a la música, pero sí le gustaría hacer, por ejemplo, un musical. "Con mi hija, que ahora tiene 10 años, canto, bailo y escribo poemas", nos dice Lola. "Con el pequeño, de 5 años, juego al fútbol... o lo intento".

Así se cuida Lola Baldrich
"Me gusta comer". Lola se autodefine como "una buena comedora", aunque intenta cuidarse para que no se desboque su tendencia a engordar. "Si me excedo -nos dice-, intento compensarlo comiendo menos por la noche. Pero lo que no hago es obsesionarme. Con el tiempo he aprendido a quererme más y a saber aceptarme tal y como soy".
"Salgo a correr por el campo". "A partir de los 20 años empecé a cuidarme un poco más en serio y hacía ejercicio en casa con los vídeos de las famosas que, por aquel entonces, todas sacaban. Después de tener a mi segundo hijo, me acostumbré a correr y la verdad es que me encanta hacerlo por el campo. Intento practicarlo varias veces por semana".

A mi hijo pequeño le da miedo El Internado

Con la misma sonrisa con la que nos cautivó a todos hace años en Médico de familia, ha conquistado a Héctor –Luis Merlo- en El Internado, serie a la que se ha incorporado en el papel de Lucía en la temporada que acaba de finalizar en Antena 3.

Todavía "impactados" por el desenlace, charlamos con Lola Baldrich, que pasa unos días de familia en vacaciones: "Terminamos de grabar la segunda semana de junio y volvemos en agosto a grabar la sexta temporada, que aún no se sabe cuándo se emitirá". Estoy encantada porque me deja un mes para estar con mis niños, Alejandra de diez años, y Juan de cinco. Estamos muy agusto en la playita, en Almería".

Tu personaje, la doctora Lucía, tenía un personaje con Héctor, ¿cómo ha sido trabajar con Luis Merlo?
Fenomenal, nos hemos divertido mucho. Luis tiene un sentido del humor que yo llevo muy bien, pero a la hora de trabajar es muy serio, como yo, no se conforma. Le voy a echar de menos... Pero no puedo desvelar nada más, que luego me regañan, supongo que seguiré investigando sobre el virus para Ottox.

Pero Lucía, en el fondo, no es mala, Noiret –Carlos Leal- la obliga a trabajar para ellos...
Eso es lo bueno del personaje, que tiene doble cara.

¿Qué tal con el resto de actores?
A Carlos Leal lo conozco de hace mucho, trabajamos en la obra El caso de la mujer asesinadita, y luego le sustituyó otro actor de la serie, Ismael Martínez –el profesor Martín-, con el que he recorrido España. Carlos es un tío muy sensible, muy "rico", y borda su personaje de malo. También me llevo muy bien con Amparo Baró –Jacinta-.

¿Y los actores jóvenes?
Para mí ha sido una sorpresa muy positiva, porque son muy profesionales, no se limitan a aprender el papel y soltarlo. Con 20 añitos, podrían vivir de la fama y ya está. Pero se lo curran mucho, son todos
"chapeau".

¿Tus hijos ven la serie?
Mi hija si, y le gusta, pero al peque le da miedo... Asumen la profesión de su madre sin darle importancia. Llevo mucho a mi hija al teatro y lo vive como una profesión lúdica pero seria.

¿Alguno de ellos quiere ser actor?
Sí, mi hija, supongo que es normal cuando lo ves en tu madre. Si cuando crezca sigue queriendo, la ayudaré, pero aún es pequeña.

Tu hermano es médico, al igual que lo era tu padre, ¿te da algún consejo?
Pues sí, mi hermano me pone a parir –bromea-, me dice "qué torpe" si no puedo abrir un botecito... Yo le pido consejo y me informo. Y creo que mi padre, que ya no está, desgraciadamente, estaría muy orgulloso, como siempre, de verme en un papel importante.

¿Qué queda de la divertida enfermera Gertru, el personaje de la serie Medico de familia que le lanzó a la fama en 1995?
Queda todo: soy la misma persona, con más años y más compromisos familiares, he aprendido de la vida y la profesión, pero yo me considero una eterna adolescente –no como Michael Jackson, pobrecito-, sino en el sentido de que la ilusión no me falta. Me divierte cualquier reto en la vida. Tengo un carácter bastante fuerte y me ilusiono con todo.

Has vuelto a trabajar con Emilio Aragón en su filme Pájaros de papel.
Sí, estoy feliz, aunque es un papel pequeñito, encarno a la mujer de Imanol Arias. Para Emilio es el papel más importante y personal de su vida. El año que viene la presentará en el Festival de Berlín, y allí estaré yo.

Y seguirás en agosto con El caso de la mujer asesinadita, ¿cómo lo compaginas con tu vida familiar?
Llevo poco a los niños de gira, pero a medida que van creciendo es más fácil. Delegó en una persona que tengo en casa, y además tengo al papá y a mi madre. Mis niños son buenos, y mi hija es madura para su edad. A veces es un descalabro, pero como para todas las mujeres trabajadoras.

Estás casada con Miguel desde 1996, ¿cuál es el secreto de un matrimonio estable y duradero?
Supongo que combinar los caracteres de la mejor fórma, no creo que exista una fórmula.

¿Planificas tu carrera?
Sí, cada vez me lo pienso más. Soy una mujer de teatro, interpreto, escribo... Además, estudio Música y Filología Hispánica.

¿Te cuidas mucho?
Lo intento, pero sin ser obsesiva, cuido mi dieta. De momento no he recurrido a la cirugía estética, prefiero tener arrugas a cambiar mi cara, mi expresión.

Mi belleza al descubierto
Nunca me voy a la cama sin... limpiarme bien los dientes, con seda dental y demás.
En mi bolso llevo siempre... protección solar y un gloss.
Mi perfume favorito... Happy de Clinique y también los de IsseyMiyake.
Mi producto de belleza es... las hidratantes en general.
En mi baño siempre hay... velas aromáticas y relajantes, y mascarillas y acondicionador de pelo.
Hago deporte... me gusta mucho correr.

La tele después del teatro siempre, es mi casa

Lola Baldrich es una de las nuevas incorporaciones de la quinta temporada de El Internado.

Lola se ganó un hueco en el corazón de los españoles gracias a la Gertru de Médico de familia y ahora regresa a la pequeña pantalla dando vida a Lucía, una médico muy aventajada y algo "mala", al cuidado de Héctor (Luis Merlo). La actriz toledana acaba de rodar Pájaros de papel la Ópera prima de su querido amigo Emilio Aragón y además sigue en el teatro con El caso de la mujer asesinadita.

¿Cómo afrontas esta nueva etapa en El internado al que te unes en su quinta temporada?
Estoy encantada de entrar en una serie en la que el éxito está asegurado, eso para nosotros es un aval de que no peligra la serie, y luego entrar en una producción que te das cuenta de que desde que hace que no hago televisión la tele ha avanzado un montón. Yo lo último que hice fue en 2006 y aquí me siento muy afortunada. Mi personaje tiene unas dobles caras y un arco muy bonito dramático y cada vez que vengo a grabar es una alegría inmensa, de verdad.

¿Tenías ganas de volver a hacer televisión?
Tenía ganas pero también tenía miedo porque la televisión es algo que te abre la ventana de las casa de la gente y te ven otra vez y uno piensa, ¿en qué producto voy a estar? O, ¿en qué manos voy a estar? Entonces creo que he empezado otra vez a retomar mi carrera televisiva con suerte.

Llegaste al corazón de la gente siendo enfermera (Gertru en Médico de familia) y ahora ha madurado, es médico. ¿Se ve capacitada para curar a Héctor (Luis Merlo)?
Ha estudiado la muchacha (risas). El personaje de Lucía se supone que es una médico con varias carreras, superdotada, es decir, es una hacha en su profesión. Lo que pasa que luego como persona tiene muchas lagunas, muchos sentimientos encontrados y cosas que le pasan aquí, entonces está capacitada a nivel científico un montón lo cual no quiere decir que en la vida te vaya a ir bien en otros aspectos.

¿Cómo es trabajar con Luis Merlo mano a mano?
Luis Merlo tiene una cosa que es maravillosa que además la veo cada vez que sale en la tele y es que tiene un peso actoral tremendo, ¡tiene una voz! Ha llegado a un status como actor de peso que se nota en cuanto abre la boca o abre el ojo, y trabajar con él, a parte de que es un ser divertidísimo, muy gracioso, me siento bien con él en las escenas. Me provoca el enamoramiento, no me es difícil trabajar esos aspectos.

¿El hermano de Amelia también está enfermo?
Claro, aquí descubriréis el tipo de virus, esa es mi misión, descubrir si es un virus contagioso, genético y si todo eso está entramado con la otra trama Nazi principal, muy interesante. Mi personaje va a sorprender un montón porque de repente tiene pasado y sale, no ya de niña, sino pasado reciente.

¿Pero vas a ser buena o mala?
Ni buena ni mala, si no todo lo contrario (risas). Es verdad, porque, ¿quiénes son los malos y quienes son los buenos? A veces tú tienes un cometido malo pero tú no eres malo, o a lo mejor eres malo y te estás haciendo pasar por buena. Eso es lo rico de mi personaje.

¿Va a haber alguna atracción hacia Héctor?
Atracción total. Consumamos y todo (risas).

¿Mejor el cine o la tele?
El cine es algo bastante desconocido para mí. Acabo de hacer Pájaros de papel, un papel pequeño pero no por ello menos importante. Pero yo creo que la tele después del teatro siempre, es mi casa. Ojalá sea una estrella de cine.

¿Compaginarás la serie con el teatro?
Sí, estoy haciendo El caso de la mujer asesinadita y creo que mi futuro está en eso, en teatro y televisión, y estoy súper agradecida por eso.

¿Seguías El internado?
Algunos capítulos, otros no, no era conocedora de todas las tramas a fondo pero cuando me contrataron me vi en la obligación de vérmelo todo.

¿Has vivido con tus hijos este fenómeno fan de la serie?
Sí, porque además tengo una niña de diez años y está siempre haber si le presento a Martín Rivas, el otro es más peque y no lo verá seguramente porque tiene cinco años, pero lo viven como algo normal de mi trabajo que llama la atención.

El internado continuo me parece mal, los chicos tienen que estar con su familia

La actriz que da vida a Lucía, la doctora que atenderá a Héctor en su grave enfermedad, nos comenta cómo es su llegada a la serie.

Lola Baldrich es uno de los fichajes de Globomedia para la nueva temporada de El internado. Baldrich interpreta a Lucía, la médico de Héctor, intentará curar al ex director, aquejado de una grave enfermedad, aplicándole un tratamiento experimental, pero Lucía también esconde un oscuro pasado. Estricta y muy profesional, Lucía es poco dada a las demostraciones públicas de cariño. Para ella, su carrera es lo primero y los pacientes son sólo una oportunidad más para demostrar su talento.

Lola Baldrich, licenciada por la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid (RESAD), ha compaginado durante toda su carrera el teatro con el cine y la televisión. En televisión ha intervenido en series como LEX, Un profesor en la Habana, Compañeros, Médico de familia, Historias de la puta mili o Colegio Mayor. Ahora se embarca en una nueva aventura que según cuenta le llena de satisfacción. Lola Baldrich nos habla en la siguiente entrevista de cómo es su llegada a La Laguna Negra y de cómo ve ella la serie de Antena 3.

Defínenos a Lucía, tu personaje en El Internado
La primera impronta de este personaje en la serie es que es una profesional altamente cualificada, una médico muy inteligente que tiene varias especialidades y llega para tratar a Héctor de una rara enfermedad.

¿Cómo es la llegada de Lucía a La Laguna negra?
Es como la de cualquier médico que llega a un sitio, normal, profesional, cálida, porque ella tendrá un buen feeling con Héctor y se llevarán muy bien, pero sin más (risas). Luego no sé si terminará en una relación más allá pero, de momento, solo hay buen rollo entre ellos.

¿Te gusta hacer de médico?
Me encanta, soy hija y hermana de médico y lo tengo muy cercano. Veo el fonendo, el tensiómetro, jeringuillas, tratamientos, anotaciones, algodones... y es cómo he vivido tanto tiempo en casa. Es una profesión que tengo muy cercana y me gusta, ya que no he podido ser médico, pues hago de médico (risas).

Pero, ¿te planteaste alguna vez estudiar medicina?
No, para nada. En casa estaba claro que el que iba a ser médico era mi hermano y yo iba a ser actriz. Ser actor es un lujo porque puedes hacer de muchas cosas.

¿Con qué otros personajes va a tener relación Lucía?
Hasta ahora, que yo sepa, tengo poca relación con el resto de los personajes, ni con los jóvenes ni con los niños. Lucía tiene bastante trato con Jacinta porque Héctor y la gobernanta son muy amigos, luego no sé si tendré algún pique o tira y afloja con el resto de mujeres del internado.

Aunque no interpretas a una profesora, ¿cómo eras tú en el colegio?
(Risas) Era una niña normal, ni demasiado buena estudiante ni mala. Sacaba notas medias, me portaba bastante bien, alegre, tranquila, no daba mucho problemas, no era líder, pero sí que me gustaba estar activa en cualquier proyecto que se hiciera. Una niña feliz y normal, que ya está bien (risas).

Y hablando de asignaturas ¿cuál se te daba mejor? ¿Y peor?
Me gustaron y me gustan todas las relacionadas con las Letras, me atranqué con las Matemáticas desde el primer momento, pero cuando te pasa eso en esta asignatura tan maravillosa, ya sea porque no te lo han explicado bien o porque no te lo has preparado a tope, siempre habrá algo ahí que siempre fallará. Las Matemáticas eran bastante duras para mí, sin embargo Literatura, Arte, Lengua... sobre todo esta última, ha sido una de las asignaturas que más me han gustado siempre, es más, también he estudiado Filología, es algo que me ha interesado siempre. Las Ciencias las dejo para la parte masculina de mi familia (risas).

Aunque eras muy buena ¿te advirtieron alguna vez tus padres que si te portabas mal te enviarían a un internado?
Nunca jamás. Vivo cerca de un internado de adolescentes y me dan mucha penita. Esto es fácil decirlo cuando de momento no has tenido problemas con tus hijos, pero creo que lo más horrible para un niño problemático es estar separado de la gente que le quiere. No descarto que un verano, si han suspendido muchas, que se queden a pringrar sin vacaciones, pero el internado continuo me parece mal, creo que un chico joven tiene que estar con su familia. Eso sí, este internado es muy especial ya que tiene a Héctor, por ejemplo, que está muy implicado con sus alumnos.

Teniendo familiares en el mundo de la Medicina e interpretando a una médico, ¿cómo eres como paciente?
Soy un poco asustadiza e hipocondríaca, pero gracias a Dios no he tenido una enfermedad grave y no he sido muy obsesiva. He sido buena paciente como embarazada cuando he tenido a mis niños porque no me he asustado mucho, pero la procesión va por dentro (risas). Soy una paciente que se somete a lo que el médico le dice, pero asustadiza.

¿Serías paciente de Lucía?
Claro que sí porque tal como se la pinta es muy, muy, muy eficiente, muy intuitiva para la medicina y súper formada en todos los aspectos de la carrera. Vi el otro día todos los diplomas que tiene en el despacho y pensé "está chica ha hecho de todo" (risas).

Nos puedes definir a Héctor, el paciente de Lucía y ex director de La Laguna Negra.
Cuando antes veía la serie como espectadora, me parecía un personaje del que su pasado está por ver pero que le ha marcado muchísimo y ahora, cuando estoy trabajando con él, me hace sentir que es un personaje super sensible. Es muy fácil caer en sus redes amorosas gracias a esa faceta, está muy preocupado por la gente que quiere. Además, esta temporada afronta una enfermedad que se supone que es terminal de una forma muy entera y con una entereza que hasta a una doctora como Lucía, acostumbrada a ver casos parecidos, le sorprende. Ese es uno de los rasgos que más me gusta, que es muy valiente.

Como espectadora, ¿qué era lo que más te gustaba de la serie?
Siempre me ha gustado mucho de El Internado: la atmósfera, la luz, la banda sonora, la capacidad para reinventar el miedo, el susto, para el giro de última tuerca y eso no es fácil porque se puede caer siempre en lo mismo. La serie, en cambio, con esos giros de guión y esos finales ha conseguido mantener a la gente ahí y que no se aburra. Eso es lo que más me gusta.

Primera jornada del II Foro Gastronómico de Illescas

Imaginación y sentido común para comer bien en tiempos de crisis: La segunda edición del Foro Gastronómico de Illescas comenzó ayer, 21 de mayo, abordando en esta primera jornada uno de los temas de actualidad: ¿Se puede comer bien en tiempos de crisis?

Tras unas breves palabras de bienvenida por parte de Alberto Navas, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Illescas, llegaba el turno del debate. Preguntas como: ¿podemos adaptar nuestros menús al tiempo de crisis?, ¿la cocina económica significa cocina con alimentos con menos calidad?, ¿de qué deberíamos prescindir en tiempo de crisis?, ¿es la innovación y la creatividad en la cocina una receta contra la crisis?, o, ¿cómo se están adaptando los restaurantes a la crisis económica?, fueron abordadas por diferentes personalidades relacionadas con el mundo de la cocina y los medios de comunicación.

En una mesa moderada por Antonio Mateos, director del Seminario Permanente de Gastronomía, Educación y Salud de la Universidad de Castilla-La Mancha, Carlos Maribona, periodista y crítico gastronómico del periódico ABC, Andrea Tumbarello, cocinero y propietario del restaurante Don Giovanni en Madrid, José Rodríguez Rey, cocinero y propietario del restaurante El Bohío en Illescas, Toledo, Lola Baldrich, actriz, Iñaki del Moral, Periodista y presentador de TVE 1 y Sergio Sauca, periodista deportivo de TVE 1 debatieron y aportaron sus opiniones y experiencias ante una sala de conferencias de la Biblioteca municipal repleta por un público, que en pocas horas había agotado las invitaciones existentes.

Mientras Maribona comentaba que la crisis creará un equilibrio ente oferta y demanda dejando en su lugar a cada uno, alejándonos de la "falsa realidad" en la que hemos vivido hace unos años, Tumbarello, insistía en "la calidad" como mejor carta de presentación ante el cliente, "si das calidad la puedes cobrar" apuntó. Por su parte, José Rodríguez recordaba que dar calidad es una obligación de un buen restaurante y que luchar contra la crisis desde Castilla-La Mancha es más difícil que desde otras comunidades con una mayor tradición y cultura gastronómica. Sergio Sauca, aludiendo al mundo del vino, recordó que en Castilla-La Mancha tenemos unos caldos de excelente calidad y que numerosas bodegas están trabajando en la dirección correcta cara al futuro. Lola Baldrich habló de la "su cocina", la que ella hace en su casa para sus hijas, de la responsabilidad de dar una buena alimentación a su familia y del placer de salir de vez en cuando a cenar con amigos a un buen restaurante. Por último, Iñaki del Moral tras su experiencia en España directo, donde se recorrió nuestro país de norte a sur y de este a oeste, conociendo nuestra cocina día a día, insistió en la excelente calidad de nuestros productos y en lo "bien" que se come en cualquier parte de nuestra geografía.

Las Jornadas tendrán su continuidad el próximo jueves, 28 de mayo. Este día, el público asistente podrá disfrutar en directo de una demostración culinaria a cargo de cocineros de restaurantes de Illescas, que elaborarán algunas tapas que, posteriormente, podrán ser degustadas por los presentes. Será algo parecido a un taller denominado Cocina en vivo, con la participación de cocineros de los establecimientos Gambrinus, La Taberna y El Bohío, ubicados en la propia localidad. Esa tarde, será el alcalde de Illescas y Presidente de la Diputación Provincial de Toledo, José Manuel Tofiño, quien clausure un foro calificado por fuentes municipales como "de enorme interés para los aficionados a la gastronomía, algo que está presente irremediablemente en la vida de todas las personas".

Mi personaje viene de la más profunda oscuridad

Lola Baldrich interpetra a la médico que intentará curar a Héctor en El internado.

La mayoría la recuerda con bata de enfermera corta y comiendo chicle. Aunque Lola Baldrich ha dejado atrás a esa Gertru a la que daba vida en Médico de Familia, sigue en contacto con la Medicina en su último trabajo para la pequeña pantalla. Ahora es Lucía, una doctora "muy cualificada" que llega a la quinta temporada de El Internado, que emite los martes a las 22 horas Antena 3, para cuidar al ex director de la Laguna Negra, Héctor e investigar sobre el virus que ha contraído. Su profesionalidad le dejará tiempo para el amor.

¿Con qué pretensiones llega su personaje?
Lucía llega desde la organización como una persona estupenda que va a hacer algo bueno, cuidar a Héctor, pero, en cuanto se abre la caja de su pasado reciente, se ve que viene de la más profunda oscuridad.

¿Veía la serie antes?
A veces. Cuando me contrataron, quise ponerme al día, no sólo sobre las tramas sino empaparme de la atmósfera porque aquí no se dice nada por decir sino que tiene un estilo del que quería contagiarme. Y consiguió engancharme.

¿Qué supone para su carrera participar en ella?
Un lujazo, sobre todo porque ya ha cogido el tren del éxito. Cada vez está mejor y seguirán viéndonos millones de personas. Es como apostar a un caballo ganador, no como entrar en una serie que temes que la retiren al tercer capítulo. No es lo mismo que se te vea en un proyecto cuidado a salir en una cutrez, que también he hecho. Es casi como hacer cine.

¿Y en comparación con otros trabajos suyos?
No es ni mejor ni peor, sino estilos diferentes. Médico de familia era más familiar, cotidiana y daba pie a la improvisación, mientras en El Internado no hay improvisación sino que está todo muy amarrado. Como espectadora, soy más de esto último.

¿Tenía ganas de volver a la pequeña pantalla?
Mi vida está en el teatro, que es lo que me gusta. Pero para un actor es muy gratificante que te llamen y que tu cara refresque la memoria de los espectadores que no te han visto antes. Te da un seguro de vida.

En esta reaparición televisiva, cambia de género pero sigue en la profesión sanitaria...
Sí, sigo en el ámbito de la sanidad. He estudiado y he pasado de ser enfermera a ser doctora (risas). Ha sido pura casualidad, pero es cierto que no me quito la bata blanca...

¿Le molesta que la gente le siga identificando con el personaje de Gertru?
Me hace gracia, pero a ver si con Lucía nos deshacemos de Gertru. Lo más gracioso es que ahora trabajo en el teatro con el actor que hacía de mi novio en Médico de familia, Santiago Nogués, y los espectadores nos miran como si aún fuéramos ellos.

Soy un poco hipocondriaca

Lola Baldrich da vida a Lucía, la doctora de El internado. Ha vuelto a ponerse la bata para curar al ex director de El internado.

La fama le llegó con Médico de familia, gracias a Gertru, la enfermera. Y ahora es doctora en El internado. Para Lola Baldrich, una enamorada del teatro, es un lujo volver a la televisión: "Sobre todo con un personaje como este, que promete". La actriz es Lucía, la médico de Héctor (Luis Merlo), con quien tendrá un romance.

¿Cómo has llegado al colegio?
Pertenezco a la multinacional Ottox y me envían al Laguna Negra porque Héctor se niega a ir al hospital.

¿En que consistirá tu misión?
Voy a aplicarle un tratamiento que supuestamente puede alargarle la vida. Además, debo averiguar si su virus es congénito o se ha contagiado.

¿Te cuenta que él creció en el antiguo orfanato?
Necesito saber dónde o cómo se lo pudieron transmitir. Y él sólo se empieza a abrir cuando descubro datos con las pruebas que le voy haciendo.

Pero él no confía en ti...
Bueno, empezamos a sospechar el uno del otro a lo largo de los capítulos.

Vuestra relación irá más allá.
Lucía confunde sus sentimientos; se siente muy atraída... y habrá escenas subiditas de tono (risas).

¿Qué relación tienes con los otros personajes?
Con Noiret (Carlos Leal) muy mala, por algo que ocurrió en el pasado.

Cambias de género, pero sigues en el sector sanitario.
Sí. Soy un aliciente para los estudiantes, empecé siendo enfermera y fíjate ya soy doctora. Nada que ver, pero... ¡No me quito la bata!

¿Te apetecía volver con un personaje fijo a una serie?
Es un lujo. Me considero mujer de teatro, pero la televisión es un seguro de vida. Y más ahora.

¿Eres buena paciente?
Soy un poquito hipocondriaca. Mi hermano es médico y me ayuda a que mi papel sea creíble.

Me gusta el género negro de El internado, es distinto a los demás productos españoles

Es Lucía, esta vez no será un personaje transparente. Tendrá sus secretos, nadie puede ser traslúcido en la Laguna Negra. Es médico, tratará a Héctor –Luis Merlo–, y no puede desvelar nada más de la trama, su contrato lo prohíbe. ¿Qué pasará? Nadie lo sabe todavía.

No le molesta que le reconozcan como la Gertru, la enfermera de Médico de familia. Espera que su nuevo personaje en El internado, esta vez en un papel malvado, supere al anterior. Lola Baldrich está encantada con la suerte que está teniendo: una serie de éxito que estrenará en breve su quinta temporada y una película, Pájaros de papel, la primera que dirige Emilio Aragón. A pesar de todo, en tiempos de crisis siente que el trabajo no le falta. No aplaude el momento, pero respira tranquila.

Sigue siendo 'la Gertru'.
¡Qué vamos a hacer! La gente no se olvida... y como es una serie que se repone continuamente en TDT menos aún. Lo más gracioso es que me llaman así generaciones de críos que no habían nacido cuando se emitía Médico de familia.

¿Le molesta?
No, no me molesta, pero es curioso el poder que tiene la televisión. Sales y ya no has hecho otra cosa en tu vida que el papel por el que te recuerdan.

Usted desapareció de la televisión. ¿Fue una marcha voluntaria?
Sí y no. Sí porque se acabó la serie y algo tenía que hacer, y me dediqué a lo que más me gustaba, el teatro. Cuando me llamaban y me coincidía con una obra no podía dejarlo todo a medias para ir a televisión, así que me centré en lo mío.

¿Le sorprendió que le llamaran para El internado?
No, soy actriz y estoy en el candelero, me sorprendería que no me llamaran nunca. En todo caso fue muy grato que se acordaran de mí para este papel. Me gusta mucho hacer estas cosas, sobre todo porque es una serie que está muy bien situada.

¿Muy bien situada?
Sí, tiene éxito, es muy buena y no la van a quitar a la segunda semana de emitirse, eso quiero decir.

No sé si es muy fiable esa apreciación...
Siempre tienes más seguridad que si no se ha emitido ningún capítulo, aquí van sobre seguro. Ya ha sido testada y han comprobado que funciona.

En Médico de familia era enfermera, ahora es médico. ¿Le gusta el sector sanitario?
No, claro que no. A mí lo que me gusta es cantar y actuar, divertir y entretener... Creo que son cosas que no pasan en la Sanidad.

¿Tiene algo que ver con los personajes que ha interpretado en televisión?
El más famoso, está claro, es el de la Gertru. No tiene nada que ver conmigo, ni en su forma de ser y mucho menos en su forma de vestir. Somos totalmente opuestas. Pero fue un papel que me gustó mucho, quizá por esas diferencias que había entre el personaje y la persona. Fue un esfuerzo muy gratificante.

Ahora se convierte en Lucía, la persona que está al lado del protagonista.
Sí, ella intenta curarle, aliviarle de su enfermedad. Héctor no ha querido seguir un tratamiento y hay que tratarle en la Laguna Negra.

¿Qué va a pasar?
No puedo adelantar nada de lo que va a pasar esta temporada. Es un secreto que no puedo desvelar, si alguien dice algo quitas emoción a la serie.

¿Qué es lo que más le gusta?
Me encantó que fuera de género negro, la intriga, ese cierto aspecto de terror que tiene, el misterio que envuelve todo.

Una serie bastante novedosa, ¿no?
Aunque es la quinta temporada sí que es novedosa, quizá porque cambia totalmente el ambiente de otras series españolas en las que he estado. Se abre un nuevo género que hasta ahora sólo veíamos en las series americanas y de otros países.

No se ha prodigado mucho en televisión...
He hecho cosas, pero quizá no han tenido el éxito de Médico de familia o de Compañeros. Estuve en Lex, hice también una serie que fue un fracaso total que se titulaba Profesor en la Habana...

Si no sale en televisión...
Es como si una no existiera. Mira, cuando las ofertas no llegan te tienes que poner las pilas y buscarte la vida. El dinero es fundamental para poder vivir y entonces te las apañas, yo me busqué el teatro y he estado durante años haciendo lo que más me gusta, subirme a un escenario. Es algo imprescindible para un actor.

Los amigos de mis amigos...
...son mis amigos. Objetivo Birmania fue un tiempo muy bonito, ser miembro del grupo me enriqueció bastante, pero fue una época que ya pasó.

¿No le gustaba la canción?
Tendría entonces 20 ó 21 años, fue toda una experiencia, pero yo siempre había querido ser actriz y eso es lo que he tratado de conseguir durante estos años. Me salieron trabajos en la tele y dejé el grupo.

¿Qué es lo que más impresiona de la profesión?
Es impresionante ver que la gente se cree que el personaje que interpretas eres tú. Es lo que te decía con el de Gertru. Me paraban y me decían que querían una enfermera como yo. Y yo ni siquiera tenía nada que ver con el carácter tan descarado y dicharachero que imponía el papel. Cuando me veía con esa ropa me quedaba sin habla, no tenía nada que ver conmigo y la gente se lo creía. Eso es impresionante.

Antes hablaba de las oportunidades. El teléfono no suena, ¿qué siente?
Que es una putada, que te comes las uñas y no puedes hacer nada. Es muy duro ver que no te llaman.

¿Se olvidan?
O salen nuevas generaciones o buscan novedades, véte a saber qué pasa. Pero siempre puedes hacer teatro, montar una compañía, buscarte la vida...

¿Dan ganas de tirar la toalla?
Así en frío la respuesta a esa pregunta es que no, pero no sabes nunca qué va a pasar. Yo soy optimista.

En época de crisis parece que no le va mal.
Sólo lo diré con la boca chiquita, pero esta época de crisis para muchos a mí me está dando muchas alegrías. Tengo televisión, cine, teatro... En época de crisis parece que la gente va más al cine y al teatro, lee más y va menos de vacaciones.

¿Es usted positiva?
Superpositiva. Yo no veo la botella medio llena, la veo a rebosar siempre, hay que poner buena cara.

Antes hablaba del éxito de esta serie. ¿Duele tanto que le quiten a una la serie en la que trabaja?
No sabes tú lo que es eso. Tienes puestas las esperanzas en un trabajo y de repente desaparece, una faena auténtica.

Supongo que pasa en todos los medios.
En televisión se nota más, series que en dos semanas las quitan, terrible.

Siempre hay algún desalmado que te confunde con el personaje

La actriz toledana es uno de los nuevos rostros de El internado.

Lola Baldrich ha subido de nivel. La actriz ha pasado de ser Gertru, la enfermera de la pronunciada minifalda que acompañaba al 'médico de familia' Emilio Aragón, a convertirse en una cualificada doctora en El internado. Próximamente, Antena 3 recuperará esta exitosa producción de Globomedia que en su quinta entrega cuenta con cinco nuevos personajes, uno de ellos es el que hace Baldrich, que llega a Laguna Negra para cuidar de Héctor –Luis Merlo-, aquejado de una grave y extraña enfermedad. Mujer de teatro –representa El caso de la mujer asesinadita, de Mihura, por España-, la intérprete toledana vive por y para el escenario, pero como le gusta "explorar", también ha participado en la película Pájaros de papel, su reencuentro con su 'jefe' Emilio Aragón.

Está en los tres medios. A usted la crisis no le afecta.
Soy una actriz que está trabajando y eso ya es un lujo. El cine me ha llegado como un regalo, pero donde siempre tengo un sitio es en el teatro. Es donde me he especializado y donde más a gusto estoy. Los otros dos están muy bien para investigar y si puedo repetir, pues estupendo.

Está rodando Pájaros de papel, el estreno como director de Aragón.
Es un papel pequeñito. El protagonista es Imanol Arias, yo soy su mujer y tenemos un hijo. Mi participación es, sobre visual, porque estoy en su recuerdo, en la parte onírica del protagonista. Hay un reparto impresionante en el filme, que está en la línea de ¡Ay, Carmela!, porque tiene lugar en los terribles años 30 y son unos artistas que van tocando por los pueblos. La música es muy importante en esta historia con la que Emilio homenajea a su familia.

Trabajó con él en televisión. ¿Cómo le ve como novel cineasta?
Como siempre. Es generoso, escucha y nunca da un mal tono. Todos estamos entregados a Emilio, que despliega energía y muy buen rollo. Tiene una gran cabeza para generar proyectos y, además, te deja colaborar, le importa tu opinión.

Nuestro cine no está en su mejor momento, en cambio el teatro goza de buena salud.
Que profesionales del cine y de la tele pisen en el teatro me parece estupendo, pero, cuidado: el teatro es experiencia. Aquí no todo el mundo resulta como en el cine o la televisión, esto es un salto mortal. Es un medio en el que la voz es un 50% y para llegar hasta la última fila tienes que tener una técnica. No digo que cualquiera pueda tener una mirada en un plano, pero es otra técnica. Además, en el teatro no hay reglas y la presencia de un nombre famoso no significa que lo vas a llenar.

Usted es una 'chica Globomedia'. Médico..., Compañeros, LEX y ahora El internado.
Bueno, también he hecho otras series que no eran de esta productora. Estamos en un mundo de familias, de empresas. Fue el cameo que hice en LEX donde me redescubrieron seis años después de Médico..., que ha quedado en el recuerdo. En El internado me he reencontrado con mucha gente, lo que me da una sensación de estar en casa.

Locos por la serie
¿Qué le atrajo de El internado?
Al principio la vi porque me resulto muy novedosa por su contenido misterioso. Me gusta la atmósfera y que nada se dice de manera gratuita, no hay nada trivial. No es una serie nueva que tengas que levantar y que, si no va bien, pues te quitan al tercer capítulo. Tiene muchísimos fans y en internet hay auténticos debates sobre quien es la mala y la buena. Los adolescentes están como locos con la serie. Mi hija de diez años ya me ha dicho que le tengo que presentar a Martín Rivas.

¿Cómo es su personaje, Lucía?
Es una profesional superdotada y muy estricta que llega para aplicar un tratamiento experimental a Héctor, con el que tiene un trato cordial. Pero con el tiempo, la historia apunta algo más. Me llama la atención el secretismo con el que lo llevan todo, no puedo contar más sobre este laberinto difícil de entender. El internado es un parque temático de adivinanzas.

¿Cómo les han recibido los veteranos?
Muy bien. El primer día estaba muy nerviosa, como una niña pequeña. La gran Amparo Baró me dijo que a ella también le pasa cada vez que hace una secuencia que no tiene clara o le toca un nuevo registro. Los nervios me gustan, significa que no he perdido el respeto a la profesión.

La mayor parte de las escenas las tienes con Luis Merlo.
Es un actorazo. Su voz y su mirada transmiten mucho. Como nuestros personajes, nosotros también nos admiramos.

¿Se ve a largo plazo en El internado?
En principio sólo entro por una entrega, la quinta. Mi personaje está muy ligado al que hace Merlo. Luego, no sé qué pasará. Me preocupa qué va a pasar en la calle porque, aunque es una serie coral, me asusta la popularidad. Cuando dejé Médico... volví a ser un persona libre. Es que lo de Gertru fue muy fuerte.

¿Tuvo malas experiencias?
Siempre hay algún que otro desalmado que te confunde con el personaje.

Desde Médico de familia, ¿ha cambiado mucho la tele?
Muchísimo. Los guiones, los escenarios, los movimientos de cámara... Todo es distinto, y no sólo por el paso del tiempo, sino porque, aunque nuestra televisión va por detrás de la que se hace en Estados Unidos, va andando el camino a pasos vertiginosos. Me parece muy importante que se haya creado escuela en el género del humor con 7 vidas, Aquí no hay quien viva y Aída, y también en la acción con Policías y El comisario.

Uh, nije mi nesto glumica.
Antipaticno izgleda.

Pojavljuje se u 5 sezoni...

Jos malo znaci...

Aa Lusiju sam bas voleo.. Ona je meni extra lik u Internatu i znao sam da ih nije izdala u sedmoj sezoni.. Ali ipak ispala je naivnaa.. Uglavnom,gotivim jee :)

Nije nista posebno :D

Da li se na kraju prikaze kako je Lusija umrla,ili sam ja to preskocio? :)
btw,meni je ona bila odlican lik :)

Aha... i meni je super... ali nazalost tako je zavrsila...:D

nije trebala da umre.....što nisu prikazali njeno ubistvo???

Ma sta znam,nit smrdi nit mirise.

Mara90 ::

Ma sta znam,nit smrdi nit mirise.

Slažem se xD

nije ona losa osoba.
na kraju se ipak trudila da im pomogne koliko je mogla.
krivo mi je sto su je koknuli je mislim da bi bila simpatican par sa Hectorom

Super lik, ima dosta mana ali je gotivim. Zao mi je sto je onako zavrsila. :/
Bas sam se nasmejala kada su ona i Hasinta zezale Evelin i kada je Markosu i ekipi upala u sobu dok su pili i rekla im da ne kriju.

Bila je bas super, uvek je htela da pomogne. Zao mi je sto je onaj Garido ubio, nije zasluzila :/